INTRODUCCIÓN
Un modismo italiano dice «ha preso tutto da sua madre», que se aproxima al inglés «ella tomó después de su madre», para decir que alguien es o actúa de manera muy similar a uno de los miembros de su familia. Cuando observas a alguien hablando y moviéndose igual que sus padres y comentas “Ecco da chi ha preso”, puede suceder que otra persona haga un chiste especificando “Ecco da chi ha appreso”, con el acento en la primera sílaba. De hecho, appreso es el participio pasado del verbo “apprendere”, que corresponde al inglés “to learn”. Este chiste puede ilustrar lo que es el aprendizaje familiar, en su forma más natural y ancestral.
Si remontáramos la historia del aprendizaje familiar, como sugieren los estudios antropológicos y pedagógicos, tendríamos que remontarnos al principio de los tiempos. Aquellos tiempos en los que las primeras “familias” empezaron a surgir y agruparse para sobrevivir a los peligros y amenazas que nuestros antepasados debían afrontar en su vida diaria. Esta evidencia nos lleva a una primera y muy necesaria tarea terminológica: definir a qué se referirá la familia y el aprendizaje en nuestra charla.
EN UNA PALABRA, MUCHAS FORMAS
Definir estas dos palabras parece desafiante y arriesgado porque puede resultar bastante difícil decidir por dónde empezar y dónde establecer los límites de su significado. Por eso comenzaremos con un aspecto que quizás no sea tan obvio pero que parece la forma más sencilla.
Estos dos hermosos y evocadores sustantivos “familia” y “aprendizaje” tienen en común una característica importante: ambos tienen en una palabra muchas formas.
Si observamos la sociedad actual, descubriremos una gama sorprendentemente amplia de tipos de familia que incluyen familias reconstituidas, familias monoparentales, familias encabezadas por dos parejas no casadas, ya sea del sexo opuesto o del mismo sexo; hogares que incluyen uno o más miembros de una generación; familias adoptivas; familias de acogida; y familias donde los niños son criados por sus abuelos u otros parientes, familias mixtas.
De manera similar, la palabra aprendizaje puede referirse a diferentes tipos, formas y estilos de atravesar este proceso cognitivo, como aprendizaje formal, informal y no formal, aprendizaje activo, experiencial, visual, kinestésico, etc. Además, el aprendizaje puede diferir también según el “objeto” de aprendizaje: podemos aprender a caminar, nadar, aprender una lengua extranjera o aprender normas sociales, así como recetas u operaciones matemáticas. Para preservar la riqueza de significados y referencias de estas dos palabras, utilizaremos definiciones amplias para definir cómo se entienden aquí “familia” y “aprendizaje”.
Siguiendo a Beverly Sheppard, definiremos a las familias como aquellos grupos especiales que están unidos por relaciones únicas y definidos por su composición multigeneracional. Pueden ser padres e hijos, hermanos de diferentes edades, abuelos y nietos, o cualquier configuración que forme una familia.
Alternativamente, podríamos tomar prestadas las palabras de Hegarty y Feeley para entender a la familia como una unidad de personas unidas por relaciones afectivas especiales; estos pueden ser multigeneracionales, históricos y arraigados en vínculos biológicos o compromisos de amor, cuidado y solidaridad de por vida.
Cuando se trata de “aprendizaje”, habitualmente nos sentimos impulsados a asociarlo con el aprendizaje conceptual, lo que limita esta palabra a la adquisición de conocimientos y hechos. Por el contrario, el aprendizaje debe concebirse como un continuo formado por diferentes oportunidades. Por tanto, inspirados en Lynn Dierking, entenderemos el aprendizaje como un proceso cognitivo que conduce a un cambio de conocimientos, actitudes, comportamientos, habilidades, valores, comprensión, dimensión sociocultural y todos aquellos aspectos que no son fácilmente expresables como conocimiento conceptual. [1]. En una palabra, muchas formas. Ahora bien, ¿qué pasa cuando se combinan estas dos palabras? Lo descubriremos en los siguientes apartados.
EL BONO DE APRENDIZAJE – UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Como se mencionó anteriormente, el aprendizaje familiar es tan antiguo como la humanidad. Como señala el sociólogo Hoff, durante siglos el aprendizaje familiar ha sido el vehículo informal dentro de las familias para la transferencia sistemática de conocimientos, habilidades, competencias, normas y valores entre generaciones.[1]
Desde la Edad de Piedra, las familias siempre han tenido un vínculo especial de aprendizaje. El aprendizaje y la transmisión de conocimientos eran las herramientas más poderosas que tenían las familias para sobrevivir en el mundo prehistórico. Los padres de la Edad de Piedra, por ejemplo, utilizaban graffitis en las cuevas para enseñar a sus hijos a cazar o disparar para informar a la familia sobre el peligro. Con el tiempo, los objetos de aprendizaje, así como las herramientas y las formas de su transmisión, han cambiado de acuerdo con la evolución de la sociedad y la tecnología. Pero la misión principal de las personas mayores en una familia sigue siendo la misma: enseñan a los miembros más jóvenes conocimientos y habilidades indispensables para “sobrevivir” la existencia, actuar bien en una sociedad y una comunidad, prevenir daños y evitar riesgos para vivir más tiempo y de forma más saludable. posible. Basta pensar en una madre, un abuelo o un cuidador que le recuerda a su hermano antes de salir de casa: “¡Cuidado y conduce con cuidado!”. Este es el acto más innato de transmisión de conocimientos por el bien de la seguridad del hermano en la carretera.
Tradicionalmente, los miembros mayores de la familia han sido reconocidos como educadores primarios de las generaciones más jóvenes, en su papel de transmitir su sabiduría y perpetuar los valores y la cultura de la familia. Trate de imaginar aquellos tiempos en los que las familias nucleares eran más grandes e incluían también a abuelos que vivían con sus hermanos y la escuela no era accesible para todos. Las personas de edad eran la máxima autoridad en el entorno familiar y dentro de la comunidad, y el aprendizaje familiar podía ser la única oportunidad para que los niños pequeños se prepararan para la vida.
A medida que la economía comenzó a cambiar y evolucionar rápidamente, las familias también tuvieron que adaptarse a una nueva sociedad y estilo de vida. Como observan NewMann y Hatton Yeo[2], dos fenómenos clave han afectado la estructura de la familia tradicional:
- cambio en la disponibilidad de empleo y la naturaleza de la fuerza laboral
- movilidad familiar hacia comunidades con más oportunidades laborales
Con la economía cambiante, más familias comenzaron a dividirse geográficamente y pasaron a vivir en diferentes vecindarios, ciudades, regiones y países. Los abuelos ya no vivían en las casas de sus hermanos. Al mismo tiempo, aumentó el número de familias con dos padres que trabajan y el número de familias monoparentales, lo que afectó la participación de los adultos en la educación de sus hijos.
Estos nuevos paradigmas familiares tuvieron un impacto crucial en la educación de los niños. Las distancias más largas y la disponibilidad reducida crearon la necesidad de que las familias delegaran esta tarea a grupos sociales extrafamiliares, como escuelas, programas comunitarios, instituciones educativas e iglesias. El aprendizaje familiar había perdido su papel privilegiado como fuente principal de educación para las generaciones más jóvenes. El vínculo de aprendizaje seguía ahí, pero las oportunidades para hacerlo florecer habían disminuido significativamente.
RECUPERAR EL VÍNCULO DE APRENDIZAJE
Pronto, investigadores y expertos se dieron cuenta de que la reducción de las oportunidades de aprendizaje entre los ancianos y los jóvenes estaba perjudicando a ambas generaciones. Por un lado, en las familias más tradicionales las personas mayores todavía eran reconocidas por su papel como transmisores de sabiduría. Por otra parte, la disminución del tiempo compartido y de los contactos educativos genuinos hizo que tanto los jóvenes como los mayores fueran más vulnerables. Como sugieren los estudios intergeneracionales, ambos grupos perdieron el apoyo especial y confiable que ofrecía el miembro de la familia del extremo opuesto de la continuidad de la vida.[1]
De hecho, los jóvenes experimentaron un contacto limitado con los miembros mayores de su familia, perdiendo ese apoyo “ancestral” que les brindaban las personas mayores, compartiendo valores, sabiduría y amor y comprensión incondicionales. Al mismo tiempo, los padres, abuelos y cuidadores habían reducido el tiempo para dedicarlo a los más jóvenes, quienes les enseñaron cómo abrirse a innovaciones y nuevas perspectivas y sintonizarse con la sociedad contemporánea.
Curiosamente, esta crisis de aprendizaje familiar trajo una nueva conciencia sobre el vínculo ancestral de aprendizaje. El aprendizaje familiar no fue un proceso unidireccional, como se había imaginado históricamente. Mientras que los adultos mayores enseñaron a los más jóvenes conocimientos y habilidades para la vida, los adultos también aprendieron de y con los miembros jóvenes de la familia en un proceso mutuo de intercambio. Es decir, el vínculo de aprendizaje era recíproco y adultos y jóvenes se necesitaban mutuamente.
Como consecuencia, a partir de los años 70, las escuelas y comunidades de países como Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y Canadá comenzaron a crear programas piloto de aprendizaje familiar para devolver el vínculo de aprendizaje a la vida diaria de las familias. En los años 70 y 80, se pusieron a prueba iniciativas estructuradas de aprendizaje familiar para abordar las necesidades de desarrollo de la alfabetización de adultos y niños. La educación y las bibliotecas locales involucraron a padres, abuelos y cuidadores en actividades como clubes de lectura, escritura familiar y narración de cuentos en grupo para desarrollar y mejorar sus habilidades lingüísticas junto con sus hijos.
A finales de los años 90, la atención se centró en la educación en el hogar: surgieron muchos proyectos para apoyar a los padres y cuidadores con sus hijos en edad preescolar, así como con las tareas de sus hijos. Por ejemplo, en 1994 se inició en Irlanda el Proyecto de Aprendizaje Familiar Clare, que ofrece cursos y recursos para ayudar a los adultos a desarrollar habilidades parentales para apoyar la alfabetización y la aritmética emergentes de sus hijos. Como señalaron los profesionales del aprendizaje familiar, los padres y cuidadores fueron los primeros maestros naturales, y restablecer el vínculo de aprendizaje tuvo un impacto positivo tanto en los adultos como en los niños, especialmente en su relación con la escuela y la comunidad local.
Al mismo tiempo, estas nuevas conciencias se difundieron y se desarrolló una nueva perspectiva más amplia. Gracias a las disposiciones centradas en la alfabetización y la aritmética familiar, los expertos y profesionales observaron que las experiencias familiares de aprendizaje también ayudaron a los adultos y jóvenes participantes a fomentar habilidades interpersonales, como la confianza en uno mismo, la empatía, el pensamiento crítico, el pensamiento creativo y la resolución de problemas. Floreció el llamado “aprendizaje en familia amplia”, ampliando el potencial del vínculo de aprendizaje sobre el desarrollo de la alfabetización y la aritmética escolar. El aprendizaje familiar se convirtió en un enfoque para diseñar actividades de aprendizaje que abordan múltiples áreas, como el desarrollo comunitario, la salud, la cocina, el medio ambiente, la jardinería y las habilidades digitales, en una amplia gama de contextos familiares, incluidos solicitantes de asilo, refugiados, migrantes y familias de viajeros.[ 2]
En los últimos años, recuperar el vínculo de aprendizaje se ha convertido en una prioridad crucial para las comunidades y sociedades: varias políticas nacionales e internacionales, como la Agenda 2030, apoyan y alientan iniciativas de aprendizaje familiar con un enfoque especial en el intercambio y la cohesión intergeneracional. Museos, bibliotecas, organizaciones, instituciones culturales, centros deportivos, centros de salud y escuelas brindan diversas oportunidades para involucrar a las familias en programas y experiencias de aprendizaje interactivo.
Aprendizaje familiar: levantando barreras de adultos en la educación, surge en este contexto y pretende contribuir a la historia del aprendizaje familiar. Siguiendo los pasos de los pioneros, nuestro proyecto pretende ayudar a las familias a recuperar su vínculo de aprendizaje y tener más oportunidades de aprender unos con otros, pasando tiempo de calidad juntos. Entonces, ahora que hemos recorrido la evolución histórica de este enfoque, es hora de sintonizarnos con nuestro presente y comenzar a descubrir cómo introducir el aprendizaje familiar en nuestra vida diaria familiar. Pero primero debemos responder a esta pregunta: ¿cómo es el aprendizaje familiar?
EL APRENDIZAJE FAMILIAR EN UNA INSTANTÁNEA
A través de nuestra descripción histórica anterior de la evolución del aprendizaje familiar, es posible que tenga una idea aproximada de lo que es el aprendizaje familiar. Como habrás imaginado, toma diferentes formas, desde programas escolares hasta aprendizaje en el hogar, desde alfabetización familiar hasta visitas a museos con tus seres queridos, y desde la transmisión de valores hasta el desarrollo de habilidades digitales.
Pensemos en situaciones habituales de tu vida como enseñarle a tu hermano cómo lavar la ropa: compartes tu experiencia y conocimientos con él. Al mismo tiempo, están adquiriendo nuevas habilidades como distinguir colores, interactuar con un dispositivo electrónico y aprender que un jabón de lavar tiene una función diferente a la de un suavizante.
Recuerda esos momentos en los que le preguntaste a tu hermano adolescente cómo crear una cuenta de Instagram o cómo silenciar un grupo de WhatsApp: él compartió contigo la experiencia de su nativo digital y tú mejoraste tus habilidades digitales.
¿Y qué pasa cuando tuviste que presentarle a tu hijo la vida sin pañales y explicarle que existe algo llamado “inodoro” y que necesita usarlo a medida que crece?
Por último, pero no menos importante, regrese a su adolescencia cuando ni siquiera sabía cómo se podía conducir un automóvil y sus padres pacientemente le enseñaban todas las cosas básicas que necesitaba saber para hacer que el automóvil se moviera en la carretera (sin chocar con otro automóvil). , por supuesto).
Bueno, podrías concluir que el aprendizaje familiar ocurrió en tu vida y todavía ocurre en tu vida diaria, de manera sistemática.
No obstante, para aprovecharlo al máximo e introducir un aprendizaje familiar de calidad en nuestra vida, debemos verlo desde una perspectiva instantánea y reflexionar sobre una pregunta bastante simple: ¿cómo es el aprendizaje familiar?
En la literatura existente sobre el tema abundan las definiciones que responden a esta pregunta, y muchas de ellas también contrastan parcialmente, ya que la investigación en este campo es bastante moderna y está en continua evolución, como comentamos anteriormente. Así que no hay respuestas definitivas, pero debemos señalar que la mayoría de las definiciones se basan en algunas características esenciales del aprendizaje familiar. Echemos un vistazo a algunas de las definiciones más reconocidas de aprendizaje familiar.
“Family Learning anima a los miembros de la familia a aprender juntos como y dentro de una familia, con un enfoque en el aprendizaje intergeneracional. Las actividades de aprendizaje familiar también pueden diseñarse específicamente para permitir que los padres aprendan cómo apoyar el aprendizaje de sus hijos. El aprendizaje familiar es un método poderoso de participación y aprendizaje que puede fomentar actitudes positivas hacia el aprendizaje permanente, promover la resiliencia socioeconómica y desafiar las desventajas educativas”. (Red de Aprendizaje Familiar, 2016)[1]
“Desde este enfoque, el aprendizaje familiar es el aprendizaje que realizan los miembros de la familia a lo largo de su vida. Los procesos involucrados incluyen la interacción social, la colaboración y el intercambio entre los miembros”.[2]
El “aprendizaje familiar” representa un término general bajo el cual están en funcionamiento una amplia gama de modelos, incluidas prácticas de alfabetización familiar y programas de alfabetización familiar. Generalmente se entiende que se refiere a enfoques de aprendizaje que involucran a padres e hijos conjuntamente en el aprendizaje.”[3]
Como habrás notado, estas definiciones comparten muchos aspectos. En particular, hay ocho características clave que resuenan en los tres y reflejan vívidamente cómo es el aprendizaje familiar.
- EL APRENDIZAJE FAMILIAR ES INTERGENERACIONAL
Como comentamos en el apartado anterior, el primer hecho innegable es que el aprendizaje familiar es intergeneracional, es decir, un proceso de aprendizaje que se produce entre personas de diferentes edades. Padres-hijos, abuelos-nietos, niños-cuidadores: el aprendizaje familiar implica siempre un grupo multigeneracional que coopera, aprende juntos e intercambia experiencias. Dentro del aprendizaje familiar, las brechas generacionales se convierten en una oportunidad para crecer aprendiendo y apoyándonos mutuamente en el proceso de crecimiento. Además, el aprendizaje familiar es intergeneracional porque está influenciado por las edades de las personas: una experiencia de aprendizaje que involucra a un cuidador de 75 años y un niño de 14 años es completamente diferente de una que involucra a una madre de 30 años y un bebé de 3 años. Profundizaremos más en este tema en la siguiente sección.
- EL APRENDIZAJE FAMILIAR ES SOCIAL
Dado que el proceso de aprendizaje tiene lugar entre personas, el aprendizaje familiar es social. El enfoque en la interacción social fue destacado por primera vez por los programas de aprendizaje familiar diseñados para desarrollar la alfabetización familiar, como mencionamos anteriormente. De hecho, la primera actividad de aprendizaje familiar en la que participan naturalmente los niños es el desarrollo del lenguaje: los padres, abuelos y cuidadores apoyan a los recién nacidos en el desarrollo de las habilidades lingüísticas que necesitan para alcanzar sus objetivos comunicativos. A través de la interacción social en las actividades de alfabetización familiar, se fomenta y fomenta el aprendizaje de idiomas: los niños aprenden a utilizarlo eficazmente con fines sociales, mientras que los adultos mejoran y desarrollan sus habilidades comunicativas. Por lo tanto, el aprendizaje familiar es social tanto por su naturaleza como por su resultado, porque ayuda a los miembros de la familia a desarrollar y mejorar sus habilidades sociales, incluida la inteligencia emocional, las habilidades interpersonales y relacionales, la colaboración, la empatía y la crianza de los hijos.
- EL APRENDIZAJE EN FAMILIA ES FAMILIAR
Teniendo en cuenta la definición de familia que exploramos al principio, el aprendizaje familiar es cualquier aprendizaje ubicado en un entorno familiar, es decir, entre personas unidas por vínculos afectivos. La familia es el primer grupo al que pertenece una persona y su papel es tan crucial en el desarrollo humano que los antropólogos, sociólogos y psicólogos sociales se refieren a la familia como una institución educativa, como una escuela o un museo. Sin embargo, el aprendizaje que realizan los miembros de la familia a lo largo de su vida puede ser directo o indirecto.
Aprendizaje familiar indirecto: cualquier situación en la que un miembro de la familia comparte y discute una experiencia que ha tenido en otro lugar, en un contexto extrafamiliar: a través de conversaciones y observaciones, los miembros de la familia construyen su conocimiento y comprensión creando un conjunto de significados compartidos.
Aprendizaje familiar directo: cada vez que los miembros de la familia participan juntos en una actividad o experiencia: a través de la interacción en un hic et nunc común, dan sentido a lo que está sucediendo, intercambian ideas, desarrollan conocimientos conceptuales y prácticos juntos, apoyándose mutuamente.
- EL APRENDIZAJE FAMILIAR ES ACTIVO
Como señalamos anteriormente, cuando definimos el aprendizaje desde el principio, el proceso de aprendizaje se asocia comúnmente con escuelas, instituciones educativas y entornos formales, y se describe como una actividad receptiva, basada en el modelo de transmisión. Por el contrario, el aprendizaje familiar se origina a partir de un modelo dinámico-participativo, aunque primero fue puesto a prueba en las escuelas, en entornos formales. En efecto, en las actividades de aprendizaje familiar todos los miembros participan activamente en el aprendizaje, aportando sus talentos, habilidades y sabiduría. El aprendizaje familiar es mucho más que una mera transmisión de conocimientos: aprender en y con su familia significa participar en un proceso atractivo que los alienta a usted y a sus hermanos a dar forma y revertir el proceso mismo mientras aprenden a través de experiencias. El aprendizaje familiar es activo y centrado en el alumno porque se desarrolla a partir de las necesidades de los miembros de la familia para satisfacer las necesidades de la familia.
- EL APRENDIZAJE FAMILIAR ES MUTUO
Siguiendo el modelo de aprendizaje permanente, el aprendizaje familiar desafía la creencia tradicional de que las personas mayores deben enseñar mientras que los más jóvenes deben aprender. El aprendizaje familiar involucra a miembros de cualquier edad en un proceso colaborativo de enseñanza-aprendizaje basado en la reciprocidad y la cooperación entre miembros más jóvenes y mayores. Como subraya Beverly Sheppard, el aprendizaje familiar es el lugar donde cada uno puede sentirse competente y colaborador.
- EL APRENDIZAJE FAMILIAR ES AUTOREFLEXIVO
El aprendizaje familiar motiva a los miembros de la familia a mantenerse activos y reflexivos sobre la experiencia que están compartiendo. Antes, durante y después de la actividad los familiares pueden participar en una sesión de evaluación, que permite a todos los participantes compartir la experiencia personal y grupal, los desafíos surgidos y los aprendizajes desarrollados. A través del aprendizaje familiar, se anima a los miembros de la familia a expresar emociones, desafiar sus límites, asumir riesgos; experimentar la sensación de malestar. Las familias aprenden a compartir los fracasos entre sí y a celebrar los logros comunes. Desde los más jóvenes hasta los mayores, cada uno tiene la oportunidad de recibir comentarios constructivos y desarrollar conocimientos personales.
- EL APRENDIZAJE EN FAMILIA ES PARA TODA LA VIDA
Esta característica tiene un doble significado. Por un lado, el aprendizaje familiar dura toda la vida porque todo lo que aprendamos con y de nuestras familias permanecerá con nosotros durante toda la vida. Por otro lado, el aprendizaje familiar dura toda la vida porque anima a los miembros mayores a volver a aprender, desarrollar nuevos conocimientos y nuevas competencias, descubrir nuevos talentos y habilidades sin límites de edad. El aprendizaje familiar es donde las familias pueden construir las bases del aprendizaje permanente para sus hijos. Como señala Sheppard, dentro de nuestras familias nos presentan el mundo y aprendemos todo, sobre todo aprendemos nuestras disposiciones. Y la disposición que estemos a ser abiertos y a aprender tendrá un impacto a lo largo de toda nuestra vida.
- ¡APRENDER EN FAMILIA ES DIVERTIDO!
Por último, pero no menos importante, ¡aprender en familia es divertido! La edad no importa. El aprendizaje familiar es tiempo de calidad que pasas con tus seres queridos recopilando experiencias memorables que te hacen mejores personas. El aprendizaje familiar consiste en mantenerse divertido, probar nuevas actividades emocionantes, reír y ser felices juntos, participar en la creatividad, la resolución de problemas, los juegos o las experiencias que cambian la vida. El aprendizaje en familia es divertido porque cuando se aprende con y de las personas que amas, los resultados intangibles son innumerables. Hay muchas actividades en las que usted y su familia pueden participar, como escritura creativa, narración de cuentos, laboratorios de matemáticas y ciencias, jardinería y recolección de recuerdos. En las siguientes secciones, encontrará un conjunto de herramientas práctico para crear experiencias de aprendizaje de calidad para su familia.
Por ahora, concluyamos nuestra instantánea con una poderosa cita que resume vívidamente todos los aspectos que hemos explorado hasta ahora.
“El aprendizaje en el contexto único de la familia está impulsado por la emoción, la historia familiar, los prejuicios, la experiencia específica, las habilidades innatas, la genética y las visiones del mundo de las que seremos conscientes durante toda nuestra vida, y es realmente poderoso”[1]
APRENDER CON Y DE LAS PERSONAS QUE AMAS
Una vez que hemos aclarado cómo es el aprendizaje familiar, hay otra pregunta que responder: “¿Por qué debería introducir el aprendizaje familiar en su vida diaria?”. Empezaremos teniendo en cuenta dos hechos:
Nuestro mundo moderno necesita que los adultos aprendan durante toda la vida: la evolución constante y rápida del trabajo, la tecnología y la sociedad requieren que estemos actualizados en conocimientos, habilidades y herramientas para adaptarnos a los cambios que nos rodean. En consecuencia, se pide a los adultos, a los padres que trabajan, a los abuelos y a los cuidadores que vuelvan a recibir educación y formación.
Según las estadísticas de la OCDE[1], en los países mediterráneos el cuidado de los niños y las responsabilidades familiares son la barrera más importante a la educación de adultos y la participación en el aprendizaje.
Como observamos anteriormente, la estructura familiar moderna ha cambiado significativamente en las últimas décadas, afectando tanto a los jóvenes como a los mayores. Además, los adultos luchan por encontrar tiempo para inscribirse en actividades de aprendizaje permanente sin sacrificar otro tiempo con sus familias. A veces, la decisión de renunciar al aprendizaje permanente también está relacionada con creencias culturales sobre la crianza de los hijos y el mantenimiento de la familia, como la preferencia por dejar a los niños con los abuelos o con sus padres antes que con un “extraño”.
Como padre, abuelo o cuidador moderno, puede resultarle difícil encontrar el tiempo, la motivación y la energía para comenzar a aprender por sí mismo, tomar el curso que siempre quiso, mejorar sus habilidades profesionales, completar sus estudios e intentar un nuevo aprendizaje. experiencia. Al mismo tiempo, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal también puede resultarle difícil mientras trabaja y es padre, y tiene dificultades para pasar tiempo de calidad con sus hijos, apoyarlos en su crecimiento y estar ahí para ellos. El aprendizaje familiar proporciona respuestas a todos los desafíos a los que se enfrentan las familias modernas. Introducir el aprendizaje familiar en su vida diaria puede ayudarle a tomarse el tiempo para aprender por sí mismo y ayudar a sus seres queridos a aprender mientras apoya a sus hijos y está presente para su familia. Como veremos en la próxima sesión, aprender de y con las personas que ama es beneficioso para usted y su familia en múltiples niveles. Y, como aconseja Sheppard, “Necesitamos ser conscientes del poder del entorno de aprendizaje familiar”[2]
Un mejor tú, un mejor modelo
“Descubre quién eres. Creo que cuando descubres que disfrutas algo, eso también te desarrolla como persona”. (Padre practicando el aprendizaje familiar, LCETB)[1]
Participar en actividades de aprendizaje y volver a la educación potencia una mejor versión de usted como padre, como cuidador y como persona, ya que le ayuda a desarrollar nuevas habilidades, nuevos conocimientos y nuevas actitudes. De hecho, los padres, abuelos y cuidadores que han participado en actividades de aprendizaje familiar comparten que han experimentado innumerables beneficios a nivel individual, incluyendo
- Aumento de la autoestima y la confianza en uno mismo tanto en la crianza de los hijos como en su vida profesional y social.
- Aumentó la alfabetización, la aritmética y las habilidades digitales.
- mejora del bienestar y la salud mental
- reducción del estrés de los padres
- recuperaron la confianza en su poder personal y su sentido de agencia
- habilidades mejoradas de alfabetización y aritmética
- Mayor motivación y predisposición a volver a participar en el aprendizaje.
- mayor empleabilidad
- mayores responsabilidades y aspiraciones personales
- una mejor comprensión del desarrollo de sus hijos[2]
“Tengo dos hijos aquí y les encanta la escuela. Les digo que van a la escuela para aprender y ser buenos seres humanos y aprender valores… los padres son los primeros maestros, pero los maestros están ahí para reforzarlos. Les digo que voy a la escuela a aprender también y a hacer cosas nuevas y que eso es importante y les digo que no hay edad para dejar de aprender. Les digo que tienen que seguir aprendiendo porque es un mundo nuevo cada día y quiero asegurarme de que lean y piensen, y quiero ser un buen ejemplo para ellos en eso”. (ETB, Aprendiz de alfabetización familiar)[3]
Además de esto, cuando aprendes con y de tu familia, generas un impacto en la educación y la motivación de tus hijos para aprender. Al aprender con ellos, actúas como modelo, demostrando que el aprendizaje es poderoso, sin importar la edad que tengas. Inspiras a las generaciones más jóvenes a convertirse en aprendices de por vida.
Como señalan los expertos Dierking y Falk:
“Durante la niñez, las personas desarrollan una base para el aprendizaje permanente… los miembros de la familia desempeñan un papel vital a la hora de ayudar a los niños a desarrollar la alegría de aprender y la comprensión de que el aprendizaje es un proceso, algo que todos los niños y adultos hacen durante toda su vida.”[4]
MEJORES FAMILIAS, UNA MEJOR COMUNIDAD
“Es un momento encantador de concentración con mi hija, un momento especial. me ha hecho
Vínculos más con ella”. (Padre que practica el aprendizaje familiar – Education Scotland)[1]
“Se trataba de disciplinar a su hijo de manera positiva. Aprendí estrategias que
me han ayudado como padre… como sentarme con él y darle tiempo individual, en lugar de decirle ‘Ahí está la televisión, tengo que ir a preparar la cena’ donde ahora puedo decirme a mí mismo que puede esperar, los platos pueden esperar . Sentarse a la mesa y darle ese tiempo a su hijo es importante… veinte minutos para leer con él o hacer un rompecabezas o eso. Eso es lo que quieren y puedes construir a partir de eso. Soy su cuidador principal y es mucho trabajo sobre los hombros de una madre (…) Lo entendí mejor y estamos construyendo sobre esa relación y estamos creciendo como familia”. (ETB – Alfabetización familiar – Solas)[2]
El aprendizaje familiar crea oportunidades para que la familia se reúna, disfrute de un tiempo con propósito y forme experiencias colectivas memorables. Las investigaciones muestran que esto beneficia el entorno familiar en múltiples niveles, ya que ayuda a niños y adultos, jóvenes y mayores:
- comunicarse mejor y desarrollar habilidades para la comprensión mutua y la empatía
- mejorar sus competencias interpersonales
- intercambiar conocimientos y habilidades entre generaciones
- crear vínculos significativos
- fortalecer la confianza recíproca, la colaboración y el apoyo mutuo
- celebrar el éxito y tomar riesgos juntos
- Crear un ambiente seguro e inclusivo, donde cada generación pueda sentirse contribuyendo y participando.
- moldear y explorar la identidad, los valores y las creencias familiares
- valorar la diversidad multigeneracional y conectarse a través de las diferencias
- transferir los aprendizajes a situaciones de la vida diaria[3]
Como resultado, toda la familia se beneficia de un entorno más enriquecedor y de mayor apoyo en el que mayores y menores se sienten competentes y empoderados como miembros de la familia y como personas.
El mayor resultado para usted y su familia es construir un terreno común de reciprocidad, donde puedan apoyar a sus hijos en el proceso de aprendizaje y, al mismo tiempo, permanecer abiertos y dispuestos a dejar que sus hijos les enseñen e inspiren.
En una dimensión mayor, el aprendizaje familiar tiene un impacto positivo en la vida comunitaria, ya que vincularse con sus seres queridos también le ayuda a crear vínculos significativos con su comunidad.
Tanto los más jóvenes como los mayores experimentan beneficios más amplios del aprendizaje familiar, como una mayor confianza social, una mayor participación en actividades e instituciones locales, mayores redes sociales con relaciones mejoradas o recién formadas y una ciudadanía activa mejorada. Los padres, abuelos y cuidadores se sienten más conectados y participan más en la vida y las actividades escolares, mientras que los niños y los más jóvenes están más motivados para asistir a la escuela y participar en actividades educativas.
Estas son sólo algunas de las razones por las que deberías empezar a practicar el aprendizaje en familia con tus seres queridos, y a medida que lo practiques experimentarás y disfrutarás aún más cambios y beneficios positivos.
El aprendizaje familiar es la forma en que puedes marcar la diferencia para ti, tus hijos, tu familia y tu comunidad, comenzando desde tu hogar con y desde las personas que amas.
REFERENCIAS
AGE:WISE Across Generations at Eye Level: Ways to Integrate Seniors by Education, Research Report of Project N . 2 0 2 0 – 1 – A T 0 1 – K A 2 0 4 – 0 7 8 0 8 8, 2021.
BROOKS G., CARA O., Evidence of the Wider Benefits of Family Learning: A Scoping Review, 2012.
CLARE FAMILY LEARNING PROJECT, Family Learning Resource Guide, 2000.
EDUCATION SCOTLAND, Engaging families in learning- A thematic inspection of family learning, 2021.
ELDRED J., HAGGART J., SPACEY R., The Family Learning Approach: The contribution of family learning to the Education for All and the Millennium Development Goals, 2008, UK National Commission for UNESCO.
MARANDET E., WAINWRGHT E., The social geographies of family learning, British Educational Research Journal, vol 43, No.2, 213-229, 2017.
NATIONAL CENTER FOR FAMILY LEARNING, Learning outside the school, 2021.
NEWMAN S., HATTAN-YEO A., Intergenerational Learning and the Contributions of Older People, in Aging Horizons,8, 31-39, 2008.
SHEPPARD B., A Family Learning Roundtable Presentation, Engage Families, 2005.
SOLAS, Family Literacy Practices in ETBs – Guidelines, Case studies and Recommendations, 2020.
ONLINE REFERENCES
[1] EDUCATION SCOTLAND, Engaging families in learning- A thematic inspection of family learning, 2021.
[2] SOLAS, Family Literacy Practices in ETBs – Guidelines, Case studies and Recommendations, 2020
[3] See note n.13.
[1] SOLAS, Family Literacy Practices in ETBs – Guidelines, Case studies and Recommendations, 2020
[2]BROOKS G., CARA O., Evidence of the Wider Benefits of Family Learning: A Scoping Review, 2012. //.EDUCATION SCOTLAND, Engaging families in learning- A thematic inspection of family learning, 2021. //CLARE FAMILY LEARNING PROJECT, Family Learning Resource Guide, 2000.
[3] SOLAS, Family Literacy Practices in ETBs – Guidelines, Case studies and Recommendations, 2020
[4] J.H. Falk & L.D. Dierking, Lessons without limit; How free-choice learning is transforming education, 2005.
[1] https://stats.oecd.org/Index.aspx?QueryId=11
[2] SHEPPARD B., A Family Learning Roundtable Presentation
[1] SHEPPARD B., A Family Learning Roundtable Presentation
[1] Engaging families in learning, pg 9.
[2] https://engagefamilies.org/family-learning-101/what-is-family-learning/
[3] Family Learning Approach, p.7
[1] Hoff, 2007 in Igl Learning and the Contributions of older people
[2] For an extensive review of all the initiatives and programs: “The Family Learning Approach: The contribution of family learning to the Education for All and the Millennium Development Goals” by Rachel Sapcey
[1] Hoff, 2007 in Igl Learning and the Contributions of older people
[2] Hoff, 2007 in Igl Learning and the Contributions of older people
[1] https://engagefamilies.org/family-learning-101/what-is-family-learning/